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JUBILEO EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA.
JUBILEO DE LOS ADOLESCENTES
I.PAPA FRANCISCO RECIBE EN AUDIENCIA A LOS PARTICIPANTES EN LA FIESTA DEL STADIO OLÍMPICO.
I. REUNIÓN EN EL ESTADIO OLÍMPICO. MOMENTO DE
FIESTA Y DE ALEGRÍA
2016-04-23 Radio Vaticana
El Papa recuerda a los
jóvenes que el rencor y la venganza "no sirven para nada"
(RV).- El Jubileo de los
chicos y chicas ha traído a la ciudad de Roma un aire de frescura y alegría.
Una de las muchas actividades que estaban organizadas para el evento jubilar
fue la de reunirse en el Estadio Olímpico de la capital italiana para vivir una
gran celebración con música y otros espectáculos, donde se compartieron
experiencias de vida de diferentes jóvenes, “un momento de fiesta
y de alegría”, como lo definió el Papa Francisco en el video
mensaje que fue
reproducido en las grandes pantallas durante el encuentro.
El Obispo de Roma, les habló a los muchachos de las obras de
misericordia corporales y les advirtió que “se las metieran en la cabeza,
porque es el estilo de la vida cristiana”. Un mensaje cercano y entrañable que
hizo esbozar las sonrisas de los presentes, a quienes pidió que no
fueran rencorosos, ni vengativos y que siempre perdonen: “Ser
misericordiosos quiere decir también ser capaces de perdonar. Y esto no es
fácil, ¿eh? Puede pasar que, a veces, en familia, en la escuela, en la parroquia,
en el gimnasio o en lugares de diversión, alguno nos haga un feo y nos sintamos
ofendidos; o en algún momento de nerviosismo podemos ser nosotros quien
ofendamos a otros. ¡No nos quedemos con el rencor o con el deseo de venganza!
No sirve para nada: es como una carcoma que nos come el alma y no nos permite
ser felices. ¡Perdonemos! Perdonemos y olvidemos el daño recibido, así podremos
comprender la enseñanza de Jesús y ser sus discípulos y testigos de
misericordia”.
Audio y texto del mensaje del Papa:
Queridos chicos y chicas, ¡buenas tardes!
Están reunidos aquí por un momento de fiesta y de alegría. No he
podido ir, lo lamento. Así que he decidido saludarles con este video. Me
hubiera gustado mucho poder ir al Estadio, pero no he podido
Les agradezco que hayan recibido la invitación de venir a celebrar
el Jubileo, aquí en Roma. Esta mañana han transformado la Plaza de San Pedro en
un grande confesionario y después han atravesado la Puerta Santa. No olviden
que la Puerta indica el encuentro con Cristo, que nos introduce al amor del
Padre y nos pide ser misericordiosos, como Él es misericordioso.
Mañana, además, celebraremos juntos la Misa. Tenía que haber
también un espacio para estar juntos con alegría y escuchar algunos testimonios
importantes, que les pueden ayudar a crecer en la fe y en la vida.
Sé que tienen un pañuelo con frases de las Obras de misericordia
corporales: métanse en la cabeza estas obras, porque son el estilo de vida
cristiana. Como saben las Obras de misericordia son gestos simples, que
pertenecen a la vida de todos los días, permitiendo reconocer el Rostro de
Jesús en el rostro de tantas personas. ¡También los jóvenes! También los
jóvenes como ustedes, que tienen hambre, sed: que son prófugos o forasteros o
enfermos y piden nuestra ayuda, nuestra amistad.
Ser misericordiosos quiere decir también ser capaces de perdonar.
Y esto no es fácil, ¿eh? Puede pasar que, a veces, en familia, en la escuela,
en parroquia, en el gimnasio o en lugares de divertimiento, alguno nos haga un
feo y nos sintamos ofendidos; o en algún momento de nerviosismo podemos ser
nosotros quien ofendamos a otros. ¡No nos quedemos con el rencor o con el deseo
de venganza! No sirve para nada: es como una carcoma que nos come el alma y no
nos permite ser felices. ¡Perdonemos! Perdonemos y olvidemos el daño recibido,
así podremos comprender la enseñanza de Jesús y ser sus discípulos y testigos
de misericordia.
Chicos, cuantas veces me ha pasado de tener que llamar por
teléfono a los amigos y que no pueda ponerme en contacto con ellos porque no
hay cobertura. Estoy seguro de que les ha pasado también a ustedes: que el
teléfono móvil en algunos lugares no funciona... Bien, recuerde que si en su
vida no está Jesús ¡es como si no hubiera cobertura! No se consigue hablar y
nos cerramos en nosotros mismos. ¡Pongámonos siempre donde funciona! La
familia, la parroquia, la escuela, porque de esta manera tendremos siempre
alguna cosa que decir de bueno y de verdad.
Ahora me despido de todos ustedes y les deseo que vivan con
alegría este momento y les espero a todos mañana en la Plaza de San Pedro.
¡Ciao!
(Mónica Zorita- Radio Vaticano)
II. PLAZA SAN PEDRO UN GRAN
CONFESIONARIO. FRANCISCO CONFIESA JUNTO A OTROS SACERDOTES
El Papa y los jóvenes
en el confesionario más grande del mundo
2016-04-23 Radio Vaticana
(RV).- Las columnas de la Plaza de San
Pedro acogieron la mañana del sábado 23 de abril un improvisado e inmenso
"confesionario", cuando inesperadamente llegó el Papa Francisco para
confesar a algunos chicos y chicas: fue así el sorpresivo recibimiento del
Obispo de Roma a los miles de adolescentes que de toda Italia y del mundo
siguen llegando hasta este lugar para celebrar el Jubileo dedicado a ellos y
que se prolongará hasta el 25 de abril.
Tres días intensos de oración,
confesión, peregrinación a la Puerta Santa de San Pedro, pero también momentos
de fiesta y división en el marco del Año Santo de la Misericordia. El tema del
evento jubilar, reservado a chicos y chicas de 13 a 16 años (los muchachos más
grandes tendrán su Jubileo a finales de julio en Cracovia con la Jornada
Mundial de la Juventud) es: "Crecer Misericordiosos como el Padre".
En Roma se esperan estas horas a más de 70 mil participantes.
Según ha explicado el Padre Lombardi,
director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, las confesiones realizadas
la mañana de este sábado, se llevaron a cabo de un modo sencillo, "los
sacerdotes y los penitentes estaban sentados en sillas colocadas de dos en dos,
a lo largo del brazo de columnas de la Plaza de San Pedro". El Papa
Francisco estuvo con ellos confesando desde las 11.30 horas hasta las 12.45.
(RC-RV)
III. VIDEO DE LA
HISTORIA DE JESÚS SEGÚN EL EVANGELIO DE LUCAS
La historia de Jesús
según el Evangelio de san Lucas, en regalo a los jóvenes que participan en el
Jubileo de los Adolescentes
2016-04-23 Radio Vaticana
(RV).- En nombre del Santo Padre, y en
el marco festivo del Jubileo de los Adolescentes, el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva
Evangelización, realiza un don a los jóvenes que peregrinan desde
cada rincón del mundo: el vídeo de la
historia de Jesús según el Evangelio de Lucas.
La película “Jesús”, realizada por The Jesus Film Project, y
doblada en casi 1400 idiomas, llegó al Jubileo
de los Adolescentes con
noventa minutos de “puro Evangelio” gracias al acuerdo entre la Fundación Ramón Pané, The Jesus Film Project y Cristonautas.
De hecho, los miles de chicos y chicas de
diferentes partes del mundo que este fin de semana participan en su Jubileo
recibieron la película sobre Jesús en quince idiomas: árabe, armenio, cantonés,
cebuano, inglés, francés, alemán, indonesio, italiano, mandarino, polaco,
portugués, español, tagalo y ucraniano.
En Radio Vaticana conversamos con el
Presidente de la Fundación Ramón Pané, Ricardo Grzona, quien nos habla de este importante
proyecto:
También Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio,
Vicepresidente de la Fundación, habla sobre la película:
«Mira que estoy a la puerta y
llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él
conmigo».
(Griselda Mutual, Radio Vaticano)
IV. MISA CELEBRADA POR EL PAPA FRANCISCO
EN JUBILEO DE LOS ADOLESCENTES
"Chicos:
levántense, Jesús nos quiere en pie", el Papa alienta a los jóvenes en la
misa jubilar
2016-04-24 Radio
Vaticana
(RV).- Alrededor de 70.000 jóvenes participaron en la misa
celebrada por el Papa Francisco en el V Domingo de Pascua con motivo del
Jubileo de los chicos y chicas. Las calles adyacentes a la plaza de San Pedro
estaban repletas de adolescentes que desde altas horas de la madrugada hacían
fila ordenadamente y con rostros de felicidad, para tener un buen sitio y poder
ver al Papa de cerca. Todos con su “documento de identidad de cristiano, que es
el amor”, como explicó el Papa Francisco en su homilía, “el único documento
válido para ser reconocidos como discípulos de Jesús”. Francisco preguntó a los
presentes si querían vivir el amor que Dios nos entrega, a lo que fue
contestado con un larguísimo “¡Sí!” y con una marea de aplausos que casi no le
dejaban continuar hablando. “Entonces -les explicó el Obispo de Roma-
frecuentemos su escuela, que es una escuela de vida para aprender a amar”.
Francisco dio a los jóvenes consejos para tener “una alegría
plena en su vida”. Les recordó que amar es bello, “es el camino para ser
felices”, pero no es fácil, es desafiante y supone un esfuerzo diario.
También que hay que dar gracias a Dios todos los días por nuestra vida, sin
olvidar que Él nunca nos abandona, Él sigue siempre cerca nuestro, “creyendo en
ti más de lo que tú crees en ti mismo”. El Papa habló de los deseos de afecto y
de libertad típicos de la edad adolescente, “la libertad es el don de poder
elegir el bien”. Les pidió que no se conformen con la mediocridad, con el “ir
tirando, estando cómodos y sentados”. “Vuestra felicidad no tiene precio y no
se negocia; no es un “App” que se descarga en el teléfono móvil: ni siquiera la
versión más reciente podrá ayudaros a ser libres y grandes en el amor”.
Finalmente Francisco les invitó a construir su futuro con
respeto, perdón, confianza, amor y nunca “en contra de alguien”. “Haréis cosas
maravillosas si os preparáis bien ya desde ahora, viviendo plenamente vuestra
edad, tan rica de dones, y no temiendo al cansancio”.
(MZ-RV)
Homilía del Santo Padre en la Santa Misa para el Jubileo de
los Adolescentes
«La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será
que os amáis unos a otros» (Jn 13,35).
Queridos chicos y chicas:
Qué gran responsabilidad nos confía hoy el Señor. Nos dice que la
gente conocerá a los discípulos de Jesús por cómo se aman entre ellos. En otras
palabras, el amor es el documento de identidad del cristiano, es el único
“documento” válido para ser reconocidos como discípulos de Jesús. El único
documento válido. Si este documento caduca y no se renueva continuamente,
dejamos de ser testigos del Maestro. Entonces os pregunto: ¿Queréis acoger la
invitación de Jesús para ser sus discípulos? ¿Queréis ser sus amigos fieles? El
amigo verdadero de Jesús se distingue principalmente por el amor concreto, no
el amor en las nubes: no. El amor concreto que resplandece en su vida. El amor
es siempre concreto, ¿eh? Ese que no es concreto y habla del amor, es una
telenovela, un culebrón. El amor es siempre concreto, eh? ¿Queréis vivir este
amor que Él nos entrega? ¿Queréis o no queréis? Entonces, frecuentemos su
escuela, que es una escuela de vida para aprender a amar. Y esto es un trabajo
de todos los días, ¿eh?: aprender a amar. Ante todo, amar es bello, es el
camino para ser felices. Pero no es fácil, es desafiante, supone esfuerzo. Por
ejemplo, pensemos cuando recibimos un regalo: nos hace felices, pero para
preparar ese regalo las personas generosas han dedicado tiempo y dedicación y,
de ese modo, regalándonos algo, nos han dado también algo de ellas mismas, algo
de lo que han sabido privarse. Pensemos también al regalo que vuestros padres y
animadores os han hecho, al dejaros venir a Roma para este Jubileo dedicado a
vosotros. Han programado, organizado, preparado todo para vosotros, y esto les
daba alegría, aun cuando hayan renunciado a un viaje para ellos. Ésta es la
concreción del amor. En efecto, amar quiere decir dar, no sólo algo material,
sino algo de uno mismo: el tiempo personal, la propia amistad, las capacidades
personales.
Miremos al Señor, que es insuperable en generosidad. Recibimos de
él muchos dones, y cada día tendríamos que darle gracias. Quisiera preguntaros:
¿Dais gracias al Señor todos los días? Aun cuando nos olvidemos, Él se acuerda
de hacernos cada día un regalo especial. No es un regalo material para tener
entre las manos y usar, sino un don más grande para la vida. Nos regala… ¿qué
nos regala el Señor? Nos regala su amistad fiel, siempre es amigo el Señor, que
no la retirará jamás. Además, si tú lo decepcionas y te alejas de Él, Jesús
sigue amándote y estando contigo, creyendo en ti más de lo que tú crees en ti
mismo. Ésta es la concreción del amor que nos enseña a Jesús. Y esto es muy
importante. Porque la amenaza principal, que impide crecer bien, es cuando no
importas a nadie, cuando te sientes marginado, es triste esto.
En cambio, el Señor está siempre junto a ti y está contento de
estar contigo. Como hizo con sus discípulos jóvenes, te mira a los ojos y te
llama para seguirlo, para «remar mar a dentro» y «echar las redes» confiando en
su palabra; es decir, poner en juego tus talentos en la vida, junto a él, sin
miedo. Jesús te espera pacientemente, atiente una respuesta, aguarda tu “sí”.Queridos chicos y
chicas, a vuestra edad surge en vosotros de una manera nueva el deseo de
encariñaros y de recibir afecto. Si vais a la escuela del Señor, os enseñará a
hacer más hermosos también el afecto y la ternura. Os pondrá en el corazón una
intención buena, esa de amar sin poseer: querer bien sin poseer; de querer a
las personas sin desearlas como algo propio, sino dejándolas libres. ¡Porque el
amor es libre! ¡No hay amor que no sea libre! Aquella libertad que el Señor nos
deja cuando nos ama: Él, siempre cerca nuestro. En efecto, siempre existe la
tentación de contaminar el afecto con la pretensión instintiva de tomar, de
“poseer” aquello que gusta. Y esto es egoísmo. Y también, la cultura consumista
refuerza esta tendencia. Pero cualquier cosa, cuando se exprime demasiado, se
desgasta, se estropea; después se queda uno decepcionado con el vacío dentro.
Si escucháis la voz del Señor, os revelará el secreto de la ternura: interesarse
por otra persona, quiere decir respetarla, protegerla, esperarla. Y esta es la
concreción de la ternura y del amor.
En estos años de juventud percibís también un gran deseo de
libertad. Muchos os dirán que ser libres significa hacer lo que se quiera. Pero
en esto se necesita saber decir no. Si tu no sabes decir que no, no eres libre.
El libre es aquel que sabe decir “si” y sabe decir “no”. La libertad no es
poder hacer siempre lo que se quiere: esto nos vuelve cerrados, distantes y nos
impide ser amigos abiertos y sinceros; no es verdad que cuando estoy bien todo
vaya bien. No, no es verdad. En cambio, la libertad es el don de poder elegir
el bien: esto es libertad. Es libre quien elige el bien, quien busca aquello
que agrada a Dios, también… es fatigoso, no es fácil. Pero yo creo que vosotros
jóvenes no tenéis miedo del cansancio, ¿no? Sois estupendos. Pero sólo con
decisiones valientes y fuertes se realizan los sueños más grandes, esos por los
que vale la pena dar la vida.
Elegis con coraje y fuertes. No os contentéis con la
mediocridad, con “ir tirando”, estando cómodos y sentados; no confiéis en quien
os distrae de la verdadera riqueza, que sois vosotros, cuando os digan que la
vida es bonita sólo si se tienen muchas cosas; desconfiad de quien os quiera
hacer creer que sois valiosos cuando os hacéis pasar por fuertes, como los
héroes de las películas, o cuando lleváis vestidos a la última moda. Vuestra
felicidad no tiene precio y no se negocia; no es un “app” que se descarga en el
teléfono móvil: ni siquiera la versión más reciente podrá ayudaros a ser libres
y grandes en el amor. La libertad es otra cosa.
Porque el amor es el don libre de quien tiene el corazón abierto;
el amor es una responsabilidad, pero bella que dura toda la vida; ¡es el
compromiso cotidiano de quien sabe realizar grandes sueños! ¡Es un problema los
jóvenes que no saben soñar, que no osan de soñar! Si un joven a vuestra edad,
no es capaz de soñar, ya se ha jubilado: no sirve… El amor se alimenta de
confianza, de respeto y de perdón. El amor no surge porque hablemos de él, sino
cuando se vive; no es una poesía bonita para aprender de memoria, sino una
opción de vida que se ha de poner en práctica. ¿Cómo podemos crecer en el amor?
El secreto está en el Señor: Jesús se nos da a sí mismo en la Santa Misa, nos
ofrece el perdón y la paz en la Confesión. Allí aprendemos a acoger su amor,
hacerlo nuestro, y a difundirlo en el mundo. Y cuando amar parece algo arduo,
cuando es difícil decir no a lo que es falso, mirad la cruz del Señor, abrazadla
y no dejad su mano, que os lleva hacia lo alto y os levanta cuando caéis. Y… en
la vida, siempre se cae, porque somos pecadores, somos débiles. Pero está la
mano de Jesús que nos levanta, que nos alza. ¡Jesús nos quiere en pie! Aquella
bonita parábola que Jesús decía a los paralíticos: ¡alzaos! Dios nos ha creado
para estar en pie. Hay una canción muy bonita que cantan los alpinistas cuando
suben arriba. La canción dice así: “En el arte de subir, lo importante no es no
caer, ¡sino no continuar caído! Tener el coraje de alzarse, de dejarse alzar de
la mano de Jesús. Y esta mano muchas veces viene de la mano de un amigo, de la
mano de los padres, de la mano de aquellos que nos acompañan en la vida.
También Jesús mismo está ahí.
Sé que sois capaces de gestos grandes de amistad y bondad. Estáis
llamados a construir así el futuro: junto con los otros y por los otros, pero
jamás contra alguien. No se construye “en contra”: esto se llama destrucción”.
Haréis cosas maravillosas si os preparáis bien ya desde ahora, viviendo
plenamente vuestra edad, tan rica de dones, y no temiendo al cansancio. Haced
como los campeones del mundo del deporte, que logran metas altas entrenándose
con humildad y todos los días. Que vuestro programa cotidiano sea las obras de
misericordia: Entrenaos con entusiasmo en ellas para ser campeones de vida,
¡campeones de amor! Así seréis conocidos como discípulos de Jesús. Así tendréis
la carta de identidad de los cristianos. Y os aseguro: vuestra alegría será
plena.
1.”NO TIENEN
VINO”. Que sepamos presentar a Dios, donde quiera que nos
encontremos, las necesidades y carencias de los demás. “Vivir para mí sin los demás, es querer todo
para mí”(A.L.) La flor de la misericordia tiene un nombre: caridad.
2.”PROCLAMA MI
ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR”. No nos conformemos con valorar solamente lo que acontece,
vemos o tocamos en el mundo. “Hay una
belleza más allá de nosotros mismos que nos aguarda” (A.L.) La flor
de la misericordia tiene un aroma: el interés por los demás.
3.”HACED LO QUE ÉL
OS DIGA”. Las ideologías dominantes nos convierten en marionetas.
Como María dejemos un margen para que, Dios, tenga parte activa en nuestro ser.
“No es grande quien se aleja de Dios
sino, mezquino, quien se deja seducir por el que es más pequeño que él” (A.L.).
La flor de la misericordia tiene un movimiento: la libertad.
4.”HE AQUÍ LA
ESCLAVA DEL SEÑOR”. Las montañas, en su
deshielo, fluyen por los manantiales. También el Señor, a través de nosotros,
puede ser agua fresca en mucho desierto de carne y hueso. Ofrécete, en este mes
de mayo, para hacer algo en nombre de Dios y con Dios. “Vivir con Dios pero sin hacer nada por Él es como tener el fuego
siempre apagado” (A.L.). La flor de la misericordia tiene una
fuerza: el Señor.
5.”¿POR QUÉ NOS
HAS TRATADO ASÍ?” No siempre, las cosas de Dios, responden a nuestras
expectativas. Como María medita, reflexiona y saca conclusiones: al final Dios
nos concede lo mejor para nosotros. “No
esperes a que Dios te conceda lo que pidas sino, en lo que te da, alcanza a ver
lo que necesitas” (A.L.). La flor de la misericordia tiene una
espina: la ingratitud.
6.”¿CÓMO SERÁ
ESTO?” Los interrogantes nos sacuden como, al principio de la
Encarnación, lo hicieron con María. El mundo necesita respuestas y, como María,
con palabras y obras, podemos ser luz y no oscuridad. “Exigir razones siempre a Dios es, en el
fondo, no dar a torcer nuestro propio brazo” (A.L.). La flor de la
misericordia tiene un freno: no siempre es comprendida.
7.”EL PODEROSO HA
HECHO EN MÍ MARAVILLAS”. Asignatura pendiente del catolicismo de hoy es proclamar,
a los cuatro vientos, que con Dios el mundo adquiere otro color y, sin Dios, la
tierra se polariza en el enfrentamiento, guerras y tensiones. “La belleza del mundo, sin Dios, es un
peligroso instrumento en manos del hombre” (A.L.). La flor de la
misericordia tiene una belleza: el resplandor del cielo.
8.”SE PUSO EN
CAMINO”. Cuando uno se encierra en sus propios problemas llega a
creer que exclusivamente existe su problema. María, llena de Dios, se pone en
camino hacia la casa de su primera Isabel. ¿Nos cuesta salir al encuentro de
“las casas” de los demás? La flor de la misericordia tiene un jardín: la
humanidad caída.
9.”MARÍA FUE
BIENAVENTURADA PORQUE, ANTES DE DAR A LUZ, YA LA LLEVÓ EN SU SENO” (San Agustín). ¿Eres
consciente que, desde el Bautismo, Dios habita en ti y además ha dejado siembra
de eternidad en tus entrañas? ¿Cuidas esa semilla que puede convertirse en algo
grande o, tal vez, dejas que los pájaros de la comodidad y la tibieza la
malogren? La flor de la misericordia tiene un abono: la Palabra de Dios.
10.”MARÍA FUE
GRANDE PORQUE, EN SU PEQUEÑEZ, ESCUCHÓ Y CUMPLIÓ LA PALABRA DE DIOS” (San Juan Pablo II). Eterno combate el de un cristiano
del siglo XXI: o Dios o el mundo, o la visión de la sociedad o la Palabra de
Dios para una sociedad mejor. Los que se quedan al borde del camino (al
contrario de María Virgen) corren el riesgo de quedarse paralizados y sin más
recorrido que su propia conciencia. La flor de la misericordia tiene un
tallo: la perseverancia ante el cierzo.
11.”DIOS SE
ENAMORÓ DE UNA INCOMPARABLE HERMOSURA” (San Alfonso María Ligorio). ¿Podemos decir que, DIOS,
está contento de cada unos de notros? ¿De nuestras obras? ¿De nuestros
silencios? ¿De nuestra fe de cierto “postureo” pero sin trascendencia? La
flor de la misericordia tiene una transparencia: su bondad.
12.”SI TIENES
ESCOLLOS LEVANTA LA MIRADA Y MIRA A LA ESTRELLA DE MARÍA” (San Bernardo). Uno de los riesgos del cristianismo de
hoy es también lanzarnos exclusivamente en manos de lo racional y de la
ciencia. En el Año de la Misericordia, María, se convierte en un oasis de
dulzura, beldad y bálsamo en toda inquietud. ¡Pruébalo! La flor de la
misericordia tiene un techo: el cielo.
13.”EN TI ESTUVO
LA PLENITUD Y TODO BIEN” (San Francisco de Asís). A María, a veces, la adornamos
tanto que disimulamos su auténtica belleza: fue sagrario del amor de Dios que
se hacía carne. No disimulemos nuestra belleza cristiana que, entre otras
cosas, es llevar el Bien (que es Cristo) y hacer el bien (interesarnos por los
problemas de los demás). La flor de la misericordia tiene una riqueza: el
amor.
14.”EL NUDO DE LA
DESOBEDIENCIA DE EVA FUE DESATADO POR LA OBEDIENCIA DE LA VIRGEN MARÍA”(San Irineo). Muchos de los conflictos que nos sacuden,
frecuentemente, pueden ser desatados por una sonrisa, una buena acción o un
silencio oportuno. Reza a la “Virgen de los nudos” y, tal vez, conseguirás
saber cómo salir de situaciones difíciles. La flor de la misericordia
tiene una virtud: el silencio.
15.”A QUIEN DIOS
QUIERE HACER MUY SANTO LO HACE DEVOTO DE LA VIRGEN” (San Luís María Griñón). Quien quiere contemplar el mar
ha de acercarse a él y, quien desee una buena panorámica del mundo, ha de
procurar subirse a un avión. María, en este Año de la Misericordia, es una
buena altura para comprender lo qué nos exige ser cristianos: altura de miras
(sobre todo con los hermanos). La flor de la misericordia tiene un
horizonte: la eternidad.
16.”CUÁNTO AGRADA
AL SEÑOR LO QUE SE HACE A SU MADRE” (Santa
Teresa de Jesús). No es diosa, la Virgen María, pero está junto a Dios. No es
redentora pero, en la cruz, está junto al Redentor. Tener devoción a María,
hacer algo por y con María, es colaborar en el Año de la Misericordia con la
obra de la redención: la humanidad necesita un poco de nuestro amor. La
flor de la misericordia tiene un referente: María Virgen.
17.”NOS HA DEJADO
DIOS A SU MADRE PARA QUE NOS ENSEÑE A MEDITAR EN EL CORAZÓN” (San Juan Pablo II). María no es un personaje para
contemplar o simplemente venerar. Ella nos lleva a Dios. Como Madre de la
Misericordia, antes y después, disfruta empujándonos hacia la fuente de la vida
y del amor que es Cristo. Quedarnos en Ella sería como optar por un pequeño
manantial sin llegar al mar que es Jesús. La flor de la misericordia tiene
un esplendor: el bien de los demás.
18.”MARÍA ES COMO
UN ARCO IRIS QUE MARCA LA RECONCILIACIÓN DE DIOS CON EL HOMBRE” (San Antonio de Padua). Inmersos en un mundo hostil y
violento, María, contribuye a buscar más lo que nos une que lo que nos separa.
Con razón, un autor, decía no hace mucho tiempo: “cuando falla la madre en un
hogar todo corre el riesgo de venirse abajo”. Pidamos, con María, por la gran
casa de Dios que es la Iglesia.La flor de la misericordia tiene un peligro: el
cansancio.
19.”NO ACTUEMOS
SEGÚN NUESTRAS IDEAS Y, NUESTRAS IDEAS, LAS PONGAMOS EN MANOS DE ELLA” (San Maximiliano
Kolbe). Cuando nos dejamos llevar por nuestros propios criterios caemos en el
relativismo o personalismo. El Año de la Misericordia, de mano de María, nos
invita a ser creativos para que la realidad que nos preocupa sea más justa, más
divina y menos fraccionada. La flor de la misericordia posee un encanto:
sus raíces evangélicas.
20. “LA
GRANDEZA DE MARÍA TIENE UN NOMBRE: SU HUMILDAD. LA HUMILDAD DE MARÍA UN ORIGEN:
JESÚS” (Madre Teresa de Calcuta). “Dime con quién andas y te
diré quién eres”. El refrán lo dice todo. Caminar con Jesús, sin decirlo, hace
que se nos note. Amar a María, sin manifestarlo, se ha de sentir en nuestras
actitudes, palabras y sentimientos. La flor de la misericordia es
irreductible: siempre florece.
21. “LA VIRGEN NO
QUIERE CONDECORACIONES NI HONRAS. LA VIRGEN QUIERE PRESTAR SERVICIOS” (San Alberto Hurtado). En el Año de la Misericordia ,
María, nos invita a fortalecer la viga de la caridad en nuestras parroquias,
familias, formación, personalidad, ideas o iniciativas. ¿Sirve de algo honrarla
si, luego, no repetimos lo que Ella hizo o dijo? La flor de la
misericordia es omnipresente: nace en todas latitudes.
22.”MI ESPEJO HA
DE SER ELLA, MARíA, PORQUE SU REFLEJO Y ESPEJO ES JESÚS” (Santa Teresa de los Andes). Vivimos rodeados de espejos
sociales. De vez en cuando es bueno sustituirlos por otros más celestes y más
radicales: aquellos que nos dicen no el cómo somos sino el cómo hemos de ser.
El Año de la Misericordia es un espejo de nuestra caridad cristiana. La
flor de la misericordia es auténtica: no es artificial.
23.”SIEMPRE HE
TENIDO FE EN MARÍA Y, CUANDO LA HE TENIDO, HE VISTO SURGIR COSAS SALUDABLES” (San Juan Bosco).
Quien quiera cruzar un río es mejor hacerlo por un puente que por una cuerda.
María, en muchas situaciones de nuestra vida, se convierte en ese punto de
apoyo que une muchas orillas. La flor de la misericordia es fuerte: no se
tambalea.
24.”SI HO TUVIERA
A LA MADRE QUE ME DEFIENDE EN MUCHOS PELIGROS, YA ESTARíA EN PODER DE SATANÁS” (Santo Cura de Ars). El Año de la Misericordia nos hace
caer en la cuenta de una gran realidad: el mal existe junto con el bien. No
olvides que, en tu corazón, existen dos fieras: el bien y el mal. ¿Cual
triunfa? Aquella a la cual tú alimentes. Con María, el bien, está asegurado.
Con el diablo, el mal, garantizado. La flor de la misericordia es
agradecida: es don y es gracia.
25.”NO HAY
CRIATURA ALGUNA COMO LA VIRGEN MARÍA QUE HAYA CONTRIBUIDO TANTO A LA
RECONCILIACIÓN DE DIOS CON EL HOMBRE” (Santo
Tomás de Aquino). Montes, cumbres, llanos y valles. Todo sembrado de ermitas y
recuerdos a la Madre de Cristo. En el Año de la Misericordia ofrezcámonos para
que, nuestros cuerpos, sean templos, ermitas y hasta catedrales que guarden y
veneren un nombre: María Virgen. La flor de la misericordia es ofrenda: cuando
se da, se reproduce.
26.”QUIEN TIENE
LOS OJOS EN MARÍA QUE SEPA QUE LOS TIENE PUESTOS EN LA GRAN OBRA MAESTRA DE
DIOS” (Pablo VI). En el Año
de la Misericordia, María, es un ático desde el cual podemos contemplar lo más
genuino y noble de nuestra vida cristiana. Amar como el mundo pretende es fácil
pero, amar como Dios quiere, exige y nos exige observar un poco más a la Virgen
María. La flor de la misericordia es perfección: contribuye a nuestra
belleza interior.
27.”UN CRISTIANO
SIN LA VIRGEN, ESTÁ HUÉRFANO” (Papa Francisco).
Con Ella, con María, la fe se hace más fácil y hasta más inteligible. Sin Ella,
sin la Virgen, la fe puede caer en un sin sentido, en un “todo vale” o –incluso- en un “sálvese quien
pueda”. El Año de la Misericordia nos invita a recuperar de María una
característica: estuvo ahí, siempre. ¿Lo estamos nosotros? La flor de la
misericordia es esperanza: da frutos en el más allá.
28.”MARÍA NOS DA
SALUD, ES NUESTRA SALUD” (Papa
Francisco). Afectados por el egoísmo (en el corazón), los malos modos (palabras
y gestos), odios (conciencia y pensamiento) la Virgen María nos sana y nos cura
en esas heridas que sangran descortesía, tristeza o angustia. Con Ella, con la
Virgen María, experimentamos una forma nueva de vivir: en armonía con los demás
y en paz con Dios. La flor de la misericordia reconforta: cuando se
cultiva, el corazón se oxigena.
29.”MARÍA NOS
SOSTIENE EN EL COMBATE CON LAS FUERZAS DEL MAL” (Papa Francisco). Hemos caído en el dominio del
“buenismo”. Todo está bien y nada está mal. Dios es bueno y, por lo tanto,
podemos ser malos. La maldad, en el momento en que vivimos, está disfrazada por
el relativismo que todo lo invade o nos confunde. La Virgen María nos invita a
mirar no tanto lo limpio sino todo lo que nos queda por sacudirnos y
distanciarnos de la mediocridad o tibieza. La flor de la misericordia es
dulzura: rompe muchas amarguras.
30.”TODA LA
EXISTENCIA DE MARÍA ES UN CANTO A LA VIDA, ES UN HIMNO A LA VIDA” (Papa Francisco). Nuestra Iglesia necesita un nuevo
rostro (el contenido es el mejor que podemos tener). Con la Virgen estamos
llamados a recuperar la alegría, la esperanza, el brillo de creer y el encanto
de esperar. Donde haya un cristiano, a la fuerza, ha de surgir un icono de
fiesta: Cristo nos acompaña. La flor de la misericordia es primavera en la
tierra: rompe muchos inviernos personales.
31.”HE AHÍ A TU
MADRE”. El Año de la
Misericordia tiene un referente evangélico: “He ahí a tu Madre”. Con Ella
sentimos que estamos llamados a ser “un poco madre” de tanto cristo roto,
solitario, amargado, triste, sin rumbo, aislado o vacío que se encuentra a
nuestro alrededor. El Año de la Misericordia, con María, nos invita a
colocarlos no sobre la cruz sino al pie de ella para que, los demás, descubran
una mano amiga, una palabra oportuna y una mano tendida. La flor de la
misericordia es Evangelio: nadie como Jesús la supo cuidar, plantar, mimar y
ofrecer con tanta verdad. Y, para que no se marchitase, nos dejó a una gran
jardinera que nos recuerda constantemente el vigor del amor de esa flor
misericordiosa: ¡MARÍA VIRGEN!
JMP+
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