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martes, 3 de mayo de 2016

JUBILEO DE LOS ADOLESCENTES . 23-04-2016




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JUBILEO EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA.

JUBILEO DE  LOS ADOLESCENTES

 

I.PAPA FRANCISCO RECIBE EN AUDIENCIA A LOS PARTICIPANTES EN LA FIESTA DEL STADIO OLÍMPICO.


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I. REUNIÓN EN EL ESTADIO OLÍMPICO. MOMENTO DE FIESTA Y DE ALEGRÍA


2016-04-23 Radio Vaticana

 

El Papa recuerda a los jóvenes que el rencor y la venganza "no sirven para nada"

 (RV).- El Jubileo de los chicos y chicas ha traído a la ciudad de Roma un aire de frescura y alegría. Una de las muchas actividades que estaban organizadas para el evento jubilar fue la de reunirse en el Estadio Olímpico de la capital italiana para vivir una gran celebración con música y otros espectáculos, donde se compartieron experiencias de vida de diferentes jóvenes, “un momento de fiesta y de alegría”, como lo definió el Papa Francisco en el video mensaje que fue reproducido en las grandes pantallas durante el encuentro.

El Obispo de Roma, les habló a los muchachos de las obras de misericordia corporales y les advirtió que “se las metieran en la cabeza, porque es el estilo de la vida cristiana”. Un mensaje cercano y entrañable que hizo esbozar las sonrisas de los presentes, a quienes pidió que no fueran rencorosos, ni vengativos y que siempre perdonen: “Ser misericordiosos quiere decir también ser capaces de perdonar. Y esto no es fácil, ¿eh? Puede pasar que, a veces, en familia, en la escuela, en la parroquia, en el gimnasio o en lugares de diversión, alguno nos haga un feo y nos sintamos ofendidos; o en algún momento de nerviosismo podemos ser nosotros quien ofendamos a otros. ¡No nos quedemos con el rencor o con el deseo de venganza! No sirve para nada: es como una carcoma que nos come el alma y no nos permite ser felices. ¡Perdonemos! Perdonemos y olvidemos el daño recibido, así podremos comprender la enseñanza de Jesús y ser sus discípulos y testigos de misericordia”.


Audio y texto del mensaje del Papa:

Queridos chicos y chicas, ¡buenas tardes!


Están reunidos aquí por un momento de fiesta y de alegría. No he podido ir, lo lamento. Así que he decidido saludarles con este video. Me hubiera gustado mucho poder ir al Estadio, pero no he podido

Les agradezco que hayan recibido la invitación de venir a celebrar el Jubileo, aquí en Roma. Esta mañana han transformado la Plaza de San Pedro en un grande confesionario y después han atravesado la Puerta Santa. No olviden que la Puerta indica el encuentro con Cristo, que nos introduce al amor del Padre y nos pide ser misericordiosos, como Él es misericordioso.
  
Mañana, además, celebraremos juntos la Misa. Tenía que haber también un espacio para estar juntos con alegría y escuchar algunos testimonios importantes, que les pueden ayudar a crecer en la fe y en la vida.

Sé que tienen un pañuelo con frases de las Obras de misericordia corporales: métanse en la cabeza estas obras, porque son el estilo de vida cristiana. Como saben las Obras de misericordia son gestos simples, que pertenecen a la vida de todos los días, permitiendo reconocer el Rostro de Jesús en el rostro de tantas personas. ¡También los jóvenes! También los jóvenes como ustedes, que tienen hambre, sed: que son prófugos o forasteros o enfermos y piden nuestra ayuda, nuestra amistad.

Ser misericordiosos quiere decir también ser capaces de perdonar. Y esto no es fácil, ¿eh? Puede pasar que, a veces, en familia, en la escuela, en parroquia, en el gimnasio o en lugares de divertimiento, alguno nos haga un feo y nos sintamos ofendidos; o en algún momento de nerviosismo podemos ser nosotros quien ofendamos a otros. ¡No nos quedemos con el rencor o con el deseo de venganza! No sirve para nada: es como una carcoma que nos come el alma y no nos permite ser felices. ¡Perdonemos! Perdonemos y olvidemos el daño recibido, así podremos comprender la enseñanza de Jesús y ser sus discípulos y testigos de misericordia.

Chicos, cuantas veces me ha pasado de tener que llamar por teléfono a los amigos y que no pueda ponerme en contacto con ellos porque no hay cobertura. Estoy seguro de que les ha pasado también a ustedes: que el teléfono móvil en algunos lugares no funciona... Bien, recuerde que si en su vida no está Jesús ¡es como si no hubiera cobertura! No se consigue hablar y nos cerramos en nosotros mismos. ¡Pongámonos siempre donde funciona! La familia, la parroquia, la escuela, porque de esta manera tendremos siempre alguna cosa que decir de bueno y de verdad.

Ahora me despido de todos ustedes y les deseo que vivan con alegría este momento y les espero a todos mañana en la Plaza de San Pedro. ¡Ciao!

(Mónica Zorita- Radio Vaticano)



II. PLAZA SAN PEDRO UN GRAN CONFESIONARIO. FRANCISCO CONFIESA JUNTO A OTROS SACERDOTES


El Papa y los jóvenes en el confesionario más grande del mundo

 

2016-04-23 Radio Vaticana

(RV).-  Las columnas de la Plaza de San Pedro acogieron la mañana del sábado 23 de abril un improvisado e inmenso "confesionario", cuando inesperadamente llegó el Papa Francisco para confesar a algunos chicos y chicas: fue así el sorpresivo recibimiento del Obispo de Roma a los miles de adolescentes que de toda Italia y del mundo siguen llegando hasta este lugar para celebrar el Jubileo dedicado a ellos y que se prolongará hasta el 25 de abril.

Tres días intensos  de oración, confesión, peregrinación a la Puerta Santa de San Pedro, pero también momentos de fiesta y división en el marco del Año Santo de la Misericordia. El tema del evento jubilar, reservado a chicos y chicas de 13 a 16 años (los muchachos más grandes tendrán su Jubileo a finales de julio en Cracovia con la Jornada Mundial de la Juventud) es: "Crecer Misericordiosos como el Padre". En Roma se esperan estas horas a más de 70 mil participantes.

Según ha explicado el Padre Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, las confesiones realizadas la mañana de este sábado, se llevaron a cabo de un modo sencillo, "los sacerdotes y los penitentes estaban sentados en sillas colocadas de dos en dos, a lo largo del brazo de columnas de la Plaza de San Pedro". El Papa Francisco estuvo con ellos confesando desde las 11.30 horas hasta las 12.45. 
(RC-RV)




III. VIDEO DE LA HISTORIA DE JESÚS SEGÚN EL EVANGELIO DE LUCAS

 

La historia de Jesús según el Evangelio de san Lucas, en regalo a los jóvenes que participan en el Jubileo de los Adolescentes

 

 


2016-04-23 Radio Vaticana

(RV).-  En nombre del Santo Padre, y en el marco festivo del Jubileo de los Adolescentes, el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, realiza un don a los jóvenes que peregrinan desde cada rincón del mundo: el vídeo de la historia de Jesús según el Evangelio de Lucas.

La película “Jesús”, realizada por The Jesus Film Project, y doblada en casi 1400 idiomas, llegó al Jubileo de los Adolescentes con noventa minutos de “puro Evangelio” gracias al acuerdo entre la Fundación Ramón Pané, The Jesus Film Project y Cristonautas.

De hecho, los miles de chicos y chicas de diferentes partes del mundo que este fin de semana participan en su Jubileo recibieron la película sobre Jesús en quince idiomas: árabe, armenio, cantonés, cebuano, inglés, francés, alemán, indonesio, italiano, mandarino, polaco, portugués, español, tagalo y ucraniano.

En Radio Vaticana conversamos con el Presidente de la Fundación Ramón Pané, Ricardo Grzona, quien nos habla de este importante proyecto:

También Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, Vicepresidente de la Fundación, habla sobre la película:

«Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo».

(Griselda Mutual, Radio Vaticano)

 


IV. MISA CELEBRADA POR EL PAPA FRANCISCO EN JUBILEO DE LOS ADOLESCENTES

 

"Chicos: levántense, Jesús nos quiere en pie", el Papa alienta a los jóvenes en la misa jubilar

 

 2016-04-24 Radio Vaticana


(RV).- Alrededor de 70.000 jóvenes participaron en la misa celebrada por el Papa Francisco en el V Domingo de Pascua con motivo del Jubileo de los chicos y chicas. Las calles adyacentes a la plaza de San Pedro estaban repletas de adolescentes que desde altas horas de la madrugada hacían fila ordenadamente y con rostros de felicidad, para tener un buen sitio y poder ver al Papa de cerca. Todos con su “documento de identidad de cristiano, que es el amor”, como explicó el Papa Francisco en su homilía, “el único documento válido para ser reconocidos como discípulos de Jesús”. Francisco preguntó a los presentes si querían vivir el amor que Dios nos entrega, a lo que fue contestado con un larguísimo “¡Sí!” y con una marea de aplausos que casi no le dejaban continuar hablando. “Entonces -les explicó el Obispo de Roma- frecuentemos su escuela, que es una escuela de vida para aprender a amar”.
Francisco dio a los jóvenes consejos para tener “una alegría plena en su vida”. Les recordó que amar es bello, “es el camino para ser felices”, pero no es fácil, es desafiante y supone un  esfuerzo diario. También que hay que dar gracias a Dios todos los días por nuestra vida, sin olvidar que Él nunca nos abandona, Él sigue siempre cerca nuestro, “creyendo en ti más de lo que tú crees en ti mismo”. El Papa habló de los deseos de afecto y de libertad típicos de la edad adolescente, “la libertad es el don de poder elegir el bien”. Les pidió que no se conformen con la mediocridad, con el “ir tirando, estando cómodos y sentados”. “Vuestra felicidad no tiene precio y no se negocia; no es un “App” que se descarga en el teléfono móvil: ni siquiera la versión más reciente podrá ayudaros a ser libres y grandes en el amor”.

Finalmente Francisco les invitó a construir su futuro con respeto, perdón, confianza, amor y nunca “en contra de alguien”. “Haréis cosas maravillosas si os preparáis bien ya desde ahora, viviendo plenamente vuestra edad, tan rica de dones, y no temiendo al cansancio”.

(MZ-RV)


Homilía del Santo Padre en la Santa Misa para el Jubileo de los Adolescentes

«La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros» (Jn 13,35).

Queridos chicos y chicas:

Qué gran responsabilidad nos confía hoy el Señor. Nos dice que la gente conocerá a los discípulos de Jesús por cómo se aman entre ellos. En otras palabras, el amor es el documento de identidad del cristiano, es el único “documento” válido para ser reconocidos como discípulos de Jesús. El único documento válido. Si este documento caduca y no se renueva continuamente, dejamos de ser testigos del Maestro. Entonces os pregunto: ¿Queréis acoger la invitación de Jesús para ser sus discípulos? ¿Queréis ser sus amigos fieles? El amigo verdadero de Jesús se distingue principalmente por el amor concreto, no el amor en las nubes: no. El amor concreto que resplandece en su vida. El amor es siempre concreto, ¿eh? Ese que no es concreto y habla del amor, es una telenovela, un culebrón. El amor es siempre concreto, eh? ¿Queréis vivir este amor que Él nos entrega? ¿Queréis o no queréis? Entonces, frecuentemos su escuela, que es una escuela de vida para aprender a amar. Y esto es un trabajo de todos los días, ¿eh?: aprender a amar. Ante todo, amar es bello, es el camino para ser felices. Pero no es fácil, es desafiante, supone esfuerzo. Por ejemplo, pensemos cuando recibimos un regalo: nos hace felices, pero para preparar ese regalo las personas generosas han dedicado tiempo y dedicación y, de ese modo, regalándonos algo, nos han dado también algo de ellas mismas, algo de lo que han sabido privarse. Pensemos también al regalo que vuestros padres y animadores os han hecho, al dejaros venir a Roma para este Jubileo dedicado a vosotros. Han programado, organizado, preparado todo para vosotros, y esto les daba alegría, aun cuando hayan renunciado a un viaje para ellos. Ésta es la concreción del amor. En efecto, amar quiere decir dar, no sólo algo material, sino algo de uno mismo: el tiempo personal, la propia amistad, las capacidades personales.

Miremos al Señor, que es insuperable en generosidad. Recibimos de él muchos dones, y cada día tendríamos que darle gracias. Quisiera preguntaros: ¿Dais gracias al Señor todos los días? Aun cuando nos olvidemos, Él se acuerda de hacernos cada día un regalo especial. No es un regalo material para tener entre las manos y usar, sino un don más grande para la vida. Nos regala… ¿qué nos regala el Señor? Nos regala su amistad fiel, siempre es amigo el Señor, que no la retirará jamás. Además, si tú lo decepcionas y te alejas de Él, Jesús sigue amándote y estando contigo, creyendo en ti más de lo que tú crees en ti mismo. Ésta es la concreción del amor que nos enseña a Jesús. Y esto es muy importante. Porque la amenaza principal, que impide crecer bien, es cuando no importas a nadie, cuando te sientes marginado, es triste esto.

En cambio, el Señor está siempre junto a ti y está contento de estar contigo. Como hizo con sus discípulos jóvenes, te mira a los ojos y te llama para seguirlo, para «remar mar a dentro» y «echar las redes» confiando en su palabra; es decir, poner en juego tus talentos en la vida, junto a él, sin miedo. Jesús te espera pacientemente, atiente una respuesta, aguarda tu “sí”.Queridos chicos y chicas, a vuestra edad surge en vosotros de una manera nueva el deseo de encariñaros y de recibir afecto. Si vais a la escuela del Señor, os enseñará a hacer más hermosos también el afecto y la ternura. Os pondrá en el corazón una intención buena, esa de amar sin poseer: querer bien sin poseer; de querer a las personas sin desearlas como algo propio, sino dejándolas libres. ¡Porque el amor es libre! ¡No hay amor que no sea libre! Aquella libertad que el Señor nos deja cuando nos ama: Él, siempre cerca nuestro. En efecto, siempre existe la tentación de contaminar el afecto con la pretensión instintiva de tomar, de “poseer” aquello que gusta. Y esto es egoísmo. Y también, la cultura consumista refuerza esta tendencia. Pero cualquier cosa, cuando se exprime demasiado, se desgasta, se estropea; después se queda uno decepcionado con el vacío dentro. Si escucháis la voz del Señor, os revelará el secreto de la ternura: interesarse por otra persona, quiere decir respetarla, protegerla, esperarla. Y esta es la concreción de la ternura y del amor.

En estos años de juventud percibís también un gran deseo de libertad. Muchos os dirán que ser libres significa hacer lo que se quiera. Pero en esto se necesita saber decir no. Si tu no sabes decir que no, no eres libre. El libre es aquel que sabe decir “si” y sabe decir “no”. La libertad no es poder hacer siempre lo que se quiere: esto nos vuelve cerrados, distantes y nos impide ser amigos abiertos y sinceros; no es verdad que cuando estoy bien todo vaya bien. No, no es verdad. En cambio, la libertad es el don de poder elegir el bien: esto es libertad. Es libre quien elige el bien, quien busca aquello que agrada a Dios, también… es fatigoso, no es fácil. Pero yo creo que vosotros jóvenes no tenéis miedo del cansancio, ¿no? Sois estupendos. Pero sólo con decisiones valientes y fuertes se realizan los sueños más grandes, esos por los que vale la pena dar la vida.

Elegis con coraje y fuertes. No os contentéis con la mediocridad, con “ir tirando”, estando cómodos y sentados; no confiéis en quien os distrae de la verdadera riqueza, que sois vosotros, cuando os digan que la vida es bonita sólo si se tienen muchas cosas; desconfiad de quien os quiera hacer creer que sois valiosos cuando os hacéis pasar por fuertes, como los héroes de las películas, o cuando lleváis vestidos a la última moda. Vuestra felicidad no tiene precio y no se negocia; no es un “app” que se descarga en el teléfono móvil: ni siquiera la versión más reciente podrá ayudaros a ser libres y grandes en el amor. La libertad es otra cosa.

Porque el amor es el don libre de quien tiene el corazón abierto; el amor es una responsabilidad, pero bella que dura toda la vida; ¡es el compromiso cotidiano de quien sabe realizar grandes sueños! ¡Es un problema los jóvenes que no saben soñar, que no osan de soñar! Si un joven a vuestra edad, no es capaz de soñar, ya se ha jubilado: no sirve… El amor se alimenta de confianza, de respeto y de perdón. El amor no surge porque hablemos de él, sino cuando se vive; no es una poesía bonita para aprender de memoria, sino una opción de vida que se ha de poner en práctica. ¿Cómo podemos crecer en el amor? El secreto está en el Señor: Jesús se nos da a sí mismo en la Santa Misa, nos ofrece el perdón y la paz en la Confesión. Allí aprendemos a acoger su amor, hacerlo nuestro, y a difundirlo en el mundo. Y cuando amar parece algo arduo, cuando es difícil decir no a lo que es falso, mirad la cruz del Señor, abrazadla y no dejad su mano, que os lleva hacia lo alto y os levanta cuando caéis. Y… en la vida, siempre se cae, porque somos pecadores, somos débiles. Pero está la mano de Jesús que nos levanta, que nos alza. ¡Jesús nos quiere en pie! Aquella bonita parábola que Jesús decía a los paralíticos: ¡alzaos! Dios nos ha creado para estar en pie. Hay una canción muy bonita que cantan los alpinistas cuando suben arriba. La canción dice así: “En el arte de subir, lo importante no es no caer, ¡sino no continuar caído! Tener el coraje de alzarse, de dejarse alzar de la mano de Jesús. Y esta mano muchas veces viene de la mano de un amigo, de la mano de los padres, de la mano de aquellos que nos acompañan en la vida. También Jesús mismo está ahí.

Sé que sois capaces de gestos grandes de amistad y bondad. Estáis llamados a construir así el futuro: junto con los otros y por los otros, pero jamás contra alguien. No se construye “en contra”: esto se llama destrucción”. Haréis cosas maravillosas si os preparáis bien ya desde ahora, viviendo plenamente vuestra edad, tan rica de dones, y no temiendo al cansancio. Haced como los campeones del mundo del deporte, que logran metas altas entrenándose con humildad y todos los días. Que vuestro programa cotidiano sea las obras de misericordia: Entrenaos con entusiasmo en ellas para ser campeones de vida, ¡campeones de amor! Así seréis conocidos como discípulos de Jesús. Así tendréis la carta de identidad de los cristianos. Y os aseguro: vuestra alegría será plena. 

1.”NO TIENEN VINO”. Que sepamos presentar a Dios, donde quiera que nos encontremos, las necesidades y carencias de los demás. “Vivir para mí sin los demás, es querer todo para mí”(A.L.) La flor de la misericordia tiene un nombre: caridad.

2.”PROCLAMA MI ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR”. No nos conformemos con valorar solamente lo que acontece, vemos o tocamos en el mundo. “Hay una belleza más allá de nosotros mismos que nos aguarda” (A.L.) La flor de la misericordia tiene un aroma: el interés por los demás.

3.”HACED LO QUE ÉL OS DIGA”. Las ideologías dominantes nos convierten en marionetas. Como María dejemos un margen para que, Dios, tenga parte activa en nuestro ser. “No es grande quien se aleja de Dios sino, mezquino, quien se deja seducir por el que es más pequeño que él” (A.L.). La flor de la misericordia tiene un movimiento: la libertad.

4.”HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR”. Las montañas, en su deshielo, fluyen por los manantiales. También el Señor, a través de nosotros, puede ser agua fresca en mucho desierto de carne y hueso. Ofrécete, en este mes de mayo, para hacer algo en nombre de Dios y con Dios. “Vivir con Dios pero sin hacer nada por Él es como tener el fuego siempre apagado” (A.L.). La flor de la misericordia tiene una fuerza: el Señor.

5.”¿POR QUÉ NOS HAS TRATADO ASÍ?” No siempre, las cosas de Dios, responden a nuestras expectativas. Como María medita, reflexiona y saca conclusiones: al final Dios nos concede lo mejor para nosotros. “No esperes a que Dios te conceda lo que pidas sino, en lo que te da, alcanza a ver lo que necesitas” (A.L.). La flor de la misericordia tiene una espina: la ingratitud.

6.”¿CÓMO SERÁ ESTO?” Los interrogantes nos sacuden como, al principio de la Encarnación, lo hicieron con María. El mundo necesita respuestas y, como María, con palabras y obras, podemos ser luz y no oscuridad. “Exigir razones siempre a Dios es, en el fondo, no dar a torcer nuestro propio brazo” (A.L.). La flor de la misericordia tiene un freno: no siempre es comprendida.

7.”EL PODEROSO HA HECHO EN MÍ MARAVILLAS”. Asignatura pendiente del catolicismo de hoy es proclamar, a los cuatro vientos, que con Dios el mundo adquiere otro color y, sin Dios, la tierra se polariza en el enfrentamiento, guerras y tensiones. “La belleza del mundo, sin Dios, es un peligroso instrumento en manos del hombre” (A.L.). La flor de la misericordia tiene una belleza: el resplandor del cielo.

8.”SE PUSO EN CAMINO”. Cuando uno se encierra en sus propios problemas llega a creer que exclusivamente existe su problema. María, llena de Dios, se pone en camino hacia la casa de su primera Isabel. ¿Nos cuesta salir al encuentro de “las casas” de los demás? La flor de la misericordia tiene un jardín: la humanidad caída.

9.”MARÍA FUE BIENAVENTURADA PORQUE, ANTES DE DAR A LUZ, YA LA LLEVÓ EN SU SENO” (San Agustín). ¿Eres consciente que, desde el Bautismo, Dios habita en ti y además ha dejado siembra de eternidad en tus entrañas? ¿Cuidas esa semilla que puede convertirse en algo grande o, tal vez, dejas que los pájaros de la comodidad y la tibieza la malogren? La flor de la misericordia tiene un abono: la Palabra de Dios.

10.”MARÍA FUE GRANDE PORQUE, EN SU PEQUEÑEZ, ESCUCHÓ Y CUMPLIÓ LA PALABRA DE DIOS” (San Juan Pablo II). Eterno combate el de un cristiano del siglo XXI: o Dios o el mundo, o la visión de la sociedad o la Palabra de Dios para una sociedad mejor. Los que se quedan al borde del camino (al contrario de María Virgen) corren el riesgo de quedarse paralizados y sin más recorrido que su propia conciencia. La flor de la misericordia tiene un tallo: la perseverancia ante el cierzo.

11.”DIOS SE ENAMORÓ DE UNA INCOMPARABLE HERMOSURA” (San Alfonso María Ligorio). ¿Podemos decir que, DIOS, está contento de cada unos de notros? ¿De nuestras obras? ¿De nuestros silencios? ¿De nuestra fe de cierto “postureo” pero sin trascendencia? La flor de la misericordia tiene una transparencia: su bondad.

12.”SI TIENES ESCOLLOS LEVANTA LA MIRADA Y MIRA A LA ESTRELLA DE MARÍA (San Bernardo). Uno de los riesgos del cristianismo de hoy es también lanzarnos exclusivamente en manos de lo racional y de la ciencia. En el Año de la Misericordia, María, se convierte en un oasis de dulzura, beldad y bálsamo en toda inquietud. ¡Pruébalo! La flor de la misericordia tiene un techo: el cielo.

13.”EN TI ESTUVO LA PLENITUD Y TODO BIEN” (San Francisco de Asís). A María, a veces, la adornamos tanto que disimulamos su auténtica belleza: fue sagrario del amor de Dios que se hacía carne. No disimulemos nuestra belleza cristiana que, entre otras cosas, es llevar el Bien (que es Cristo) y hacer el bien (interesarnos por los problemas de los demás). La flor de la misericordia tiene una riqueza: el amor.

14.”EL NUDO DE LA DESOBEDIENCIA DE EVA FUE DESATADO POR LA OBEDIENCIA DE LA VIRGEN MARÍA(San Irineo). Muchos de los conflictos que nos sacuden, frecuentemente, pueden ser desatados por una sonrisa, una buena acción o un silencio oportuno. Reza a la “Virgen de los nudos” y, tal vez, conseguirás saber cómo salir de situaciones difíciles. La flor de la misericordia tiene una virtud: el silencio.

15.”A QUIEN DIOS QUIERE HACER MUY SANTO LO HACE DEVOTO DE LA VIRGEN” (San Luís María Griñón). Quien quiere contemplar el mar ha de acercarse a él y, quien desee una buena panorámica del mundo, ha de procurar subirse a un avión. María, en este Año de la Misericordia, es una buena altura para comprender lo qué nos exige ser cristianos: altura de miras (sobre todo con los hermanos). La flor de la misericordia tiene un horizonte: la eternidad.

16.”CUÁNTO AGRADA AL SEÑOR LO QUE SE HACE A SU MADRE” (Santa Teresa de Jesús). No es diosa, la Virgen María, pero está junto a Dios. No es redentora pero, en la cruz, está junto al Redentor. Tener devoción a María, hacer algo por y con María, es colaborar en el Año de la Misericordia con la obra de la redención: la humanidad necesita un poco de nuestro amor. La flor de la misericordia tiene un referente: María Virgen.

17.”NOS HA DEJADO DIOS A SU MADRE PARA QUE NOS ENSEÑE A MEDITAR EN EL CORAZÓN (San Juan Pablo II). María no es un personaje para contemplar o simplemente venerar. Ella nos lleva a Dios. Como Madre de la Misericordia, antes y después, disfruta empujándonos hacia la fuente de la vida y del amor que es Cristo. Quedarnos en Ella sería como optar por un pequeño manantial sin llegar al mar que es Jesús. La flor de la misericordia tiene un esplendor: el bien de los demás.

18.”MARÍA ES COMO UN ARCO IRIS QUE MARCA LA RECONCILIACIÓN DE DIOS CON EL HOMBRE (San Antonio de Padua). Inmersos en un mundo hostil y violento, María, contribuye a buscar más lo que nos une que lo que nos separa. Con razón, un autor, decía no hace mucho tiempo: “cuando falla la madre en un hogar todo corre el riesgo de venirse abajo”. Pidamos, con María, por la gran casa de Dios que es la Iglesia.La flor de la misericordia tiene un peligro: el cansancio.

19.”NO ACTUEMOS SEGÚN NUESTRAS IDEAS Y, NUESTRAS IDEAS, LAS PONGAMOS EN MANOS DE ELLA” (San Maximiliano Kolbe). Cuando nos dejamos llevar por nuestros propios criterios caemos en el relativismo o personalismo. El Año de la Misericordia, de mano de María, nos invita a ser creativos para que la realidad que nos preocupa sea más justa, más divina y menos fraccionada. La flor de la misericordia posee un encanto: sus raíces evangélicas.

20. “LA GRANDEZA DE MARÍA TIENE UN NOMBRE: SU HUMILDAD. LA HUMILDAD DE MARÍA UN ORIGEN: JESÚS” (Madre Teresa de Calcuta). “Dime con quién andas y te diré quién eres”. El refrán lo dice todo. Caminar con Jesús, sin decirlo, hace que se nos note. Amar a María, sin manifestarlo, se ha de sentir en nuestras actitudes, palabras y sentimientos. La flor de la misericordia es irreductible: siempre florece.

21. “LA VIRGEN NO QUIERE CONDECORACIONES NI HONRAS. LA VIRGEN QUIERE PRESTAR SERVICIOS(San Alberto Hurtado). En el Año de la Misericordia , María, nos invita a fortalecer la viga de la caridad en nuestras parroquias, familias, formación, personalidad, ideas o iniciativas. ¿Sirve de algo honrarla si, luego, no repetimos lo que Ella hizo o dijo? La flor de la misericordia es omnipresente: nace en todas latitudes.

22.”MI ESPEJO HA DE SER ELLA, MARíA, PORQUE SU REFLEJO Y ESPEJO ES JESÚS (Santa Teresa de los Andes). Vivimos rodeados de espejos sociales. De vez en cuando es bueno sustituirlos por otros más celestes y más radicales: aquellos que nos dicen no el cómo somos sino el cómo hemos de ser. El Año de la Misericordia es un espejo de nuestra caridad cristiana. La flor de la misericordia es auténtica: no es artificial.

23.”SIEMPRE HE TENIDO FE EN MARÍA Y, CUANDO LA HE TENIDO, HE VISTO SURGIR COSAS SALUDABLES” (San Juan Bosco). Quien quiera cruzar un río es mejor hacerlo por un puente que por una cuerda. María, en muchas situaciones de nuestra vida, se convierte en ese punto de apoyo que une muchas orillas. La flor de la misericordia es fuerte: no se tambalea.

24.”SI HO TUVIERA A LA MADRE QUE ME DEFIENDE EN MUCHOS PELIGROS, YA ESTARíA EN PODER DE SATANÁS (Santo Cura de Ars). El Año de la Misericordia nos hace caer en la cuenta de una gran realidad: el mal existe junto con el bien. No olvides que, en tu corazón, existen dos fieras: el bien y el mal. ¿Cual triunfa? Aquella a la cual tú alimentes. Con María, el bien, está asegurado. Con el diablo, el mal, garantizado. La flor de la misericordia es agradecida: es don y es gracia.

25.”NO HAY CRIATURA ALGUNA COMO LA VIRGEN MARÍA QUE HAYA CONTRIBUIDO TANTO A LA RECONCILIACIÓN DE DIOS CON EL HOMBRE (Santo Tomás de Aquino). Montes, cumbres, llanos y valles. Todo sembrado de ermitas y recuerdos a la Madre de Cristo. En el Año de la Misericordia ofrezcámonos para que, nuestros cuerpos, sean templos, ermitas y hasta catedrales que guarden y veneren un nombre: María Virgen. La flor de la misericordia es ofrenda: cuando se da, se reproduce.

26.”QUIEN TIENE LOS OJOS EN MARÍA QUE SEPA QUE LOS TIENE PUESTOS EN LA GRAN OBRA MAESTRA DE DIOS” (Pablo VI). En el Año de la Misericordia, María, es un ático desde el cual podemos contemplar lo más genuino y noble de nuestra vida cristiana. Amar como el mundo pretende es fácil pero, amar como Dios quiere, exige y nos exige observar un poco más a la Virgen María. La flor de la misericordia es perfección: contribuye a nuestra belleza interior.

27.”UN CRISTIANO SIN LA VIRGEN, ESTÁ HUÉRFANO (Papa Francisco). Con Ella, con María, la fe se hace más fácil y hasta más inteligible. Sin Ella, sin la Virgen, la fe puede caer en un sin sentido, en un “todo vale” o  –incluso- en un “sálvese quien pueda”. El Año de la Misericordia nos invita a recuperar de María una característica: estuvo ahí, siempre. ¿Lo estamos nosotros? La flor de la misericordia es esperanza: da frutos en el más allá.

28.”MARÍA NOS DA SALUD, ES NUESTRA SALUD” (Papa Francisco). Afectados por el egoísmo (en el corazón), los malos modos (palabras y gestos), odios (conciencia y pensamiento) la Virgen María nos sana y nos cura en esas heridas que sangran descortesía, tristeza o angustia. Con Ella, con la Virgen María, experimentamos una forma nueva de vivir: en armonía con los demás y en paz con Dios. La flor de la misericordia reconforta: cuando se cultiva, el corazón se oxigena.

29.”MARÍA NOS SOSTIENE EN EL COMBATE CON LAS FUERZAS DEL MAL (Papa Francisco). Hemos caído en el dominio del “buenismo”. Todo está bien y nada está mal. Dios es bueno y, por lo tanto, podemos ser malos. La maldad, en el momento en que vivimos, está disfrazada por el relativismo que todo lo invade o nos confunde. La Virgen María nos invita a mirar no tanto lo limpio sino todo lo que nos queda por sacudirnos y distanciarnos de la mediocridad o tibieza. La flor de la misericordia es dulzura: rompe muchas amarguras.

30.”TODA LA EXISTENCIA DE MARÍA ES UN CANTO A LA VIDA, ES UN HIMNO A LA VIDA (Papa Francisco). Nuestra Iglesia necesita un nuevo rostro (el contenido es el mejor que podemos tener). Con la Virgen estamos llamados a recuperar la alegría, la esperanza, el brillo de creer y el encanto de esperar. Donde haya un cristiano, a la fuerza, ha de surgir un icono de fiesta: Cristo nos acompaña. La flor de la misericordia es primavera en la tierra: rompe muchos inviernos personales.

31.”HE AHÍ A TU MADRE”. El Año de la Misericordia tiene un referente evangélico: “He ahí a tu Madre”. Con Ella sentimos que estamos llamados a ser “un poco madre” de tanto cristo roto, solitario, amargado, triste, sin rumbo, aislado o vacío que se encuentra a nuestro alrededor. El Año de la Misericordia, con María, nos invita a colocarlos no sobre la cruz sino al pie de ella para que, los demás, descubran una mano amiga, una palabra oportuna y una mano tendida. La flor de la misericordia es Evangelio: nadie como Jesús la supo cuidar, plantar, mimar y ofrecer con tanta verdad. Y, para que no se marchitase, nos dejó a una gran jardinera que nos recuerda constantemente el vigor del amor de esa flor misericordiosa: ¡MARÍA VIRGEN!


JMP+



































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