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Queridos hermanos y
hermanas:
«San Pablo nos invita
a preparar la venida del Señor asumiendo tres actitudes:
la alegría constante,
la oración perseverante y
la acción de gracias continua».
La certeza de nuestra
alegría es Jesús
En la primera
actitud, el Apóstol exhorta a estar siempre alegres, aun cuando las cosas no
marchan como quisiéramos, pero está esa alegría profunda, que es la paz,
señaló el Papa, recordando que las angustias, las dificultades y los
sufrimientos atraviesan la vida de cada uno. Y que muchas veces la realidad que
nos rodea parece árida como la del desierto en el que resonaba la voz de Juan
Bautista, como recuerda el Evangelio de este domingo. Pero las palabras del
Bautista nos revelan la certeza de nuestra alegría:
“ Se trata de Jesús,
el enviado por el Padre que viene, como subraya Isaías, a dar la buena noticia
a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la
amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año
de gracia del Señor (61,1-2) ”
Estas palabras que
Jesús hace suyas en el discurso de la sinagoga de Nazaret (cfr Lc 4,16-19),
aclaran que su misión en el mundo consiste en la liberación del pecado y de las
esclavitudes personales y sociales que el pecado produce. Él ha venido a la
tierra para volverle a dar a los hombres la dignidad de los hijos de Dios, que
sólo Él puede comunicar y dar la alegría por ello».
El que encuentra a
Cristo no puede ser profeta de desventuras
Tras hacer hincapié
en que la alegría que caracteriza la espera del Mesías se basa en la oración
perseverante, el Obispo de Roma reiteró que por medio de la oración podemos
entrar en una relación estable con Dios, que es la fuente de la verdadera
alegría:
“ La alegría del
cristiano no se compra: no se puede comprar; mana de la fe y del encuentro con
Jesucristo, razón de nuestra felicidad. Y cuanto más arraigados estamos en
Cristo, cuanto más cerca de Jesús estamos, más encontramos serenidad interior,
aun en medio de las contradicciones cotidianas. Por ello el cristiano, habiendo
encontrado a Jesús, no puede ser profeta de desventuras, sino testigo y heraldo
de alegría. Una alegría que hay que compartir con los demás; una alegría
contagiosa que hace menos fatigoso el camino de la vida ”
Dad gracias a Dios en
toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús (1 Ts 5,16-24)
“ La tercera actitud
indicada por Pablo es la acción de gracias continua, es decir el amor
reconocido hacia Dios. Él en efecto es muy generoso con nosotros, y nosotros
estamos invitados a reconocer siempre sus beneficios, su amor misericordioso,
su paciencia y bondad, viviendo así en un agradecimiento incesante ”
La Madre de Dios nos
acompañe para prepararnos a la Navidad
«Alegría, oración y
gratitud son tres actitudes que nos preparan a vivir la Navidad de modo
auténtico. Alegría, oración y gratitud ¡Digámoslo todos juntos: alegría,
oración y gratitud. Otra vez: … En este último tramo del tiempo de Adviento,
nos encomendamos a la maternal intercesión de la Virgen María. Ella es ‘causa
de nuestra alegría', no sólo porque ha generado a Jesús, sino porque nos
conduce siempre a Él».
JMP+
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